Descubre tu herida, sana tu alma
Aceptar nuestras heridas no quiere decir que las abracemos para siempre, quiere decir que nos responsabilizamos de ellas, y justo cuando sucede eso, se empieza a producir la magia = sanación.
Aceptar nuestras heridas no quiere decir que las abracemos para siempre, quiere decir que nos responsabilizamos de ellas, y justo cuando sucede eso, se empieza a producir la magia = sanación.